En 1948, luego de haberse graduado en UCD – University College Dublin – llega a la argentina nuestro fundador; el Prof. John Joseph Scanlan. Aquí inicia una larga y brillante trayectoria en la educación bilingüe; primero, como miembro fundador del Colegio Cardenal Newman y; luego, trabajando simultáneamente en los niveles secundarios y terciarios en St. Catherine’s School, Belgrano Day School y la Universidad del Salvador.
En el año 1966 hace realidad su proyecto más importante: funda St. Brendan’s College junto a su esposa; la Prof. Nelly Durand. La primera sede del colegio se encontraba en Conde al 2050; en una casa inglesa típica; en donde los primeros 67 alumnos encontraron un segundo hogar y una segunda familia.
Luego de trabajar a la par durante doce años, Nelly fallece de manera prematura y John continúa adelante con la tarea de consolidar el proyecto que habían soñado juntos. Para ello debió apoyarse en sus más cercanos colaboradores; los directivos y docentes que lo acompañaban desde su fundación.
John Scanlan, hombre de enorme talento y pasión por la música, tuvo desde el comienzo la visión de impulsar el desarrollo de las artes escénicas entre los alumnos. Además de esta labor también dedicó mucho tiempo a difundir la cultura irlandesa de innumerables maneras y el colegio no fue la excepción. Ambas tradiciones se mantienen en pie al día de hoy; presentes tanto en la bandera institucional como en el Brendan’s Art School y en la práctica de deportes gaélicos.
Luego de 19 años de trabajo ininterrumpido el Prof. John Scanlan fallece repentinamente el 24 de enero de 1985. Su hijo Johnny asume la dirección del colegio en una nueva etapa que trajo cambios en St. Brendan’s College. Desde su fundación el colegio había sido únicamente de varones pero en 1996 comienza la incorporación de las niñas. Se inaugura así una nueva etapa que termina de consolidar al colegio como una de las instituciones educativas más importantes del país.
A pesar de los años y de los cambios la esencia del colegio no cambió. Las personas que la componen no han cambiado y es la riqueza que se transmite de generación en generación. Verónica, Johnny, Billy y Maureen continuaron la tarea que comenzaron los fundadores; siguiendo el camino que ellos marcaron.